Por: Ghassan Dreibi / Cisco Systems
En esta serie de nuestro blog Tendencias en redes 2021, hablaremos sobre la tendencia #4: Automatizar las operaciones para agilizar la recuperación.
Priorizar la automatización de redes para hacer frente a los cambios disruptivos
En nuestra reciente Encuesta de resiliencia empresarial 2020, el 50 por ciento de los profesionales informáticos respondieron que necesitan priorizar la automatización de redes para abordar los cambios disruptivos del mundo actual. Sin embargo, en mi experiencia, aunque muchas organizaciones han implementado cierta infraestructura programable, pocas han alcanzado el nivel de automatización de red necesario para responder de forma rápida y eficiente a los cambios importantes. En mis conversaciones con clientes, he oído hablar de muchos motivos por los que la automatización no avanza al ritmo que podría hacerlo. Estos son algunos de los mitos que recuerdo haber oído:
Mito #1: La automatización nos dejará sin trabajo.
La automatización de redes ciertamente puede reducir algunas de las tareas repetitivas (y a veces mundanas), como configurar y aprovisionar dispositivos de red. Sin embargo, eliminar tareas no es lo mismo que dejar a alguien sin trabajo.
Uno de estos nuevos roles es el coordinador de red, quien se centrará principalmente en las necesidades de la empresa y traducirá esas necesidades en una política de red adecuada. Para ello, deberá dominar cómo emplear herramientas de automatización de redes, protocolos de automatización y modelos de datos. Este es solo un ejemplo de cómo la automatización dará lugar a nuevos roles con mayor valor agregado.
Mito #2: La automatización aumentará el riesgo.
Al igual que ocurre con cualquier otra tecnología nueva, implementar funciones de automatización de redes conlleva ciertos riesgos. Sin embargo, diría que el gran riesgo está en no automatizar, sobre todo, si consideramos que la gran mayoría del tiempo de inactividad se debe a errores de los operadores. Por supuesto, es importante que nos aseguremos de no automatizar políticas y procesos deficientes, automatizar de forma aislada ni propagar errores humanos a lo largo de nuestra infraestructura.
Sin embargo, si se implementa correctamente, la automatización de redes es una herramienta extremadamente poderosa para que nuestras redes sean capaces de repararse, protegerse y optimizarse a sí mismas, ya que permite reparar y optimizar la infraestructura desde dentro, sin interrupción ni intervención humana.
Mito #3: La automatización de la red debe ser completa para que sirva de algo.
La automatización no tiene por qué adoptar una estrategia de “todo o nada”. Muchas organizaciones eligen invertir primero en objetivos fáciles de alcanzar o aquellos que abordan necesidades inmediatas relacionadas con la pandemia, como incorporar dispositivos de red, automatizar el aprovisionamiento y la configuración de red, y administrar las imágenes de software cuando no hay acceso físico a una ubicación remota. Por ejemplo, con ayuda de las funciones “plug-and-play”, la red puede reconocer y autenticar los dispositivos nuevos que se conectan a la red y luego configurarlos automáticamente con los ajustes predeterminados. Esto no solo reduce el tiempo dedicado a la configuración de dispositivos y elimina la necesidad de viajar a las sucursales, sino que también elimina el error humano de la ecuación.
Mito #4: Las soluciones de automatización no están totalmente maduras, por lo que es muy pronto para invertir en ellas.
Por supuesto, la automatización evoluciona continuamente y se beneficia de los sucesivos avances tecnológicos, como la inteligencia artificial, el procesamiento de lenguajes naturales y la coordinación de servicios. Sin embargo, desde mi punto de vista, la pregunta que debe hacerse es: ¿las soluciones de automatización de red alcanzaron la madurez necesaria para aportar valor a su empresa? Actualmente, la automatización de red puede contribuir a reducir la complejidad, acelerar la resolución de problemas, reducir los errores, aumentar la agilidad y mejorar el rendimiento de las aplicaciones. Todos estos factores aportarán valor a la empresa, en especial durante la próxima crisis.
Imagine que su empresa necesita implementar una nueva aplicación de punto de venta en todas sus tiendas. Deberá dar mayor prioridad al tráfico de la aplicación que al de aplicaciones menos críticas con las que no interactúa el cliente. Con la automatización de red, no solo podrá priorizar esa aplicación, sino que, además, la propia red informará los problemas de red o de aplicación que se presenten, guiará al administrador de red hacia la causa raíz del problema y sugerirá medidas correctivas. Esto ya está disponible actualmente con las redes basadas en la intención, que se tornarán cada vez más inteligentes a la hora de detectar y resolver problemas.
Mito #5: Nuestras redes están bien así. No necesitamos automatización.
Como sabemos, estamos en un período de constante cambio, y el futuro lucirá muy diferente. Los dispositivos, los clientes, las aplicaciones, IoT… todo tiende a ser más distribuido. Por eso, atacar manualmente la complejidad probablemente no sea la mejor estrategia para las redes del mañana. Los modelos de negocios cambian constantemente y las organizaciones necesitan redes que puedan proteger y optimizar cargas de trabajo que cambian dinámicamente a un ritmo cada vez mayor.
Basta con mirar el pasado reciente para darnos cuenta de lo rápido que tenemos que actuar para asistir a nuestras organizaciones en caso de un cambio disruptivo. ¿Tiene una historia interesante sobre la automatización para compartir?