Por: Juan Pablo Mongini / Cisco Systems
En esta entrega de nuestra serie de blogs “Tendencias en redes 2021” abordaremos la Tendencia # 1: Extender la seguridad a la fuerza de trabajo remota.
Algunos eventos son tan perjudiciales que nos obligan a repensar todo. Pero, con frecuencia, son una bendición disfrazada. Todo tipo de innovaciones surgen de preguntas como “¿Hay una mejor forma de hacer esto?” y “¿Realmente deberíamos de hacer aquello?”
Por ejemplo, muchas empresas pensaban que era imposible que toda su fuerza laboral cumpliera sus objetivos sin trabajar en la oficina. Pero, veamos lo que sucedió, frente a enormes cambios, nuestros empleados prosperaron. Muchos descubrieron que son más productivos en el hogar que en la oficina. Se beneficiaron de pasar más tiempo con sus familias y menos tiempo en estresantes y largos traslados hacia su oficina. Un estudio reciente concluyó que “casi el 90% de los empleados preferiría continuar trabajando desde casa en alguna capacidad y casi la mitad desean trabajar desde casa más a menudo o todo el tiempo”.
Las empresas también se vieron favorecidas con empleados más productivos, la reducción de gastos operativos (con oficinas vacías, sin reuniones de trabajo y sin viajes) y revalorizaron el acceso a personal calificado distribuido.
Esto plantea la pregunta: ¿es hora de rediseñar la red empresarial? Ya sea que su empresa requiera o no que sus empleados trabajen in situ, es probable que algunas veces tengan que trabajar remotamente. Incluso desde la perspectiva de la resiliencia empresarial, cuando suceda otro evento disruptivo, su organización debe tener la capacidad de extender su red de forma segura a todos los usuarios, independientemente de donde se encuentren.
Suena fácil, basta con ampliar su VPN, añadir unas cuantas aplicaciones en la nube y permitir que los empleados trabajen en cualquier sitio.
Lamentablemente, habilitar el trabajo remoto supone nuevos desafíos. El empleado remoto no siempre tiene el ancho de banda que consumen las aplicaciones empresariales de alta calidad. Asimismo, no siempre (cómo puedo decir esto sutilmente…) cuentan con las mejores prácticas de seguridad. Ingresan a redes no confiables, hacen clic a enlaces de phishing, usan sus dispositivos personales y descargan aplicaciones no autorizadas (¿TI paralela?). Ni siquiera pensemos en casos como el usual “Password1”. Y, solo porque usan una VPN, quizá los empleados ni siquiera se dan cuenta de cuánto tráfico generan en la red empresarial al ejecutar aplicaciones no empresariales como YouTube, Netflix, FaceTime o Spotify.
En una reciente encuesta de clientes, los comportamientos del usuario final presentan el segundo desafío más grande que el personal de TI tiene que encarar con respecto a la fuerza de trabajo remota. (La seguridad siempre gana en esta contienda).
Esta misma encuesta, realizada en septiembre, encontró que el 57% de las organizaciones afirmaron que la seguridad de su fuerza de trabajo remota era una prioridad importante, un aumento del 23% contra el periodo antes de la pandemia. Es decir, solo cinco meses antes del éxodo de las oficinas en marzo.
¿Qué podemos hacer? El área de TI debe implementar estrategias para ampliar la conectividad a la red de empleados remotos que trabajan desde casa o en microoficinas de forma segura, brindarles una experiencia ideal con aplicaciones, mediante soluciones administradas centralizadamente. TI debe brindar a los trabajadores remotos el mismo nivel de protección, gobernanza y rendimiento que disfrutan en la oficina.
Conclusión
Al replantearse qué medidas serán necesarias para recuperarse ante cualquier disrupción, los empleados se sitúan en el epicentro. Extender la red a dondequiera que los usuarios estén, si bien no es fácil, es el futuro. Después de todo, la red brinda a nuestros empleados acceso seguro a las aplicaciones y los datos que requieren con el alto rendimiento que esperan, ya sea que trabajen desde casa o en la oficina.