Seguridad y acceso, componentes vitales para el trabajador remoto

Por: Danilo Pozo / Cisco Systems

Con la emergencia sanitaria, las empresas de todo el mundo tuvieron que reaccionar rápidamente y enviar a sus colaboradores a trabajar desde casa. En cuestión de días, se aseguraron de que tuvieran el equipo necesario, comprobaron que existiera la conexión a Internet con el ancho de banda necesario, y abrieron el acceso a los sistemas empresariales esenciales que les permitiera seguir siendo productivos y contribuir a la continuidad del negocio.

Si bien para las organizaciones con una madurez digital avanzada la adopción del trabajo remoto pudo ser hasta cierto punto natural, para muchas otras, particularmente aquellas ubicadas en regiones como América Latina, significó un desafío importante y un cambio radical en su forma de trabajar y hacer negocios.

No se trataba únicamente de cerrar oficinas y enviar a su fuerza de trabajo a casa con una computadora portátil, les representó también establecer una comunicación permanente con su personal, utilizar herramientas de colaboración amigables y robustas, e implementar políticas de seguridad que les permitiera proteger la información que fluye entre ambas partes.

Al enfrentarse a un reto de tales dimensiones, Cisco Customer Experience (CX) comenzó de inmediato a apoyar a las organizaciones de la región en su transición hacia un modelo de trabajo remoto, al tiempo de proveerles la metodología y las herramientas necesarias, partiendo de la premisa de garantizar la conectividad y el acceso remoto vía VPN para gestionar las crecientes cargas de trabajo y mantener la seguridad en todo momento.

Asimismo, con la asesoría de expertos en diseño, implementación y jerarquización, Cisco se apresuró a analizar a fondo su capacidad VPN, determinar las políticas de seguridad ad hoc, hacer recomendaciones para planificar dicha capacidad, así como hacer las correcciones necesarias para mejorar la experiencia del trabajo a distancia.

En un entorno como este, debemos tener siempre en cuenta que con más trabajadores remotos y clientes conectándose en entornos virtuales, las demandas de capacidad VPN necesitan ser más dinámicas y evolucionar exponencialmente.

Lo mismo sucede con los requerimientos de seguridad, especialmente cuando los criminales están al acecho, y aprovechando cada oportunidad que les da la pandemia, para hacerse de información confidencial, datos personales y cometer fraudes.

La dinámica de los trabajadores remotos no se limita a solamente intercambiar datos, se trata de un proceso integral de comunicación y colaboración, a través del cual se intercambian documentos, imágenes, videos, datos altamente sensibles, que tienen que llegar totalmente protegidos a la persona indicada.

De ahí la importancia de monitorear constantemente la actividad de los hackers en el punto álgido de la crisis sanitaria a través de Cisco Talos, uno de los equipos de inteligencia de amenazas más grandes del mundo, integrado por investigadores, analistas e ingenieros, para ofrecer protección contra las amenazas conocidas y emergentes.

Cisco Customer Experience (CX) también hace más transparente la experiencia de los usuarios al ofrecer recursos gratuitos de expertos y ayuda mediante la serie de webinars Ask the Experts, con sesiones técnicas interactivas que les permitirán aprovechar al máximo las herramientas de colaboración con las que cuentan.

Con la nueva normalidad, el trabajo remoto continuará su inercia y motivará a las organizaciones de América Latina y del mundo a reinventarse y transformar sus modelos de trabajo, así como la manera en que colaboran con su talento humano, clientes y socios de negocio.

Más aún, redefinirán la manera en que implementan y utilizan la tecnología, a través de ciclos progresivos, y que les permita acelerar su transformación digital hoy y en el futuro.

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